miércoles, 9 de marzo de 2011

Esta crisis laboral .-

¡Dos horas ya!  Parece mentira.  Es que no me lo puedo creer.  Llevo dos horas esperando, y ni siquiera se ha dignado a ponerme un mísero café.  Pero quién se ha creído esta necia que soy yo.  Bueno sí, seguro que se ha hecho a la idea que soy una chacha más, ¡uy no!, una empleada del hogar de esas que vienen por horas a pasar la bayeta. 
Pero que se puede esperar de una señora, por decir algo, que te recibe en chándal, con los rulos puestos y apestando a sudor.  Aunque ella se crea superior por el simple hecho de ser “la señora” de la casa, eso no le da derecho a tenerme tanto tiempo esperando...  ¿Para qué?  Para que luego me venga diciendo que soy un poco mayor, y así, sin más, me despache tranquilamente...
Qué pena: haber tenido que buscar trabajo en estos barrios de nuevos ricos sin educación.  Yo, que he servido cenas a ministros.  Yo, que he vestido a duquesas y acompañado a infantes.  Yo, que he limpiado la plata de grandes palacios...  ¡Qué pena!

3 comentarios:

  1. Dí que sí, que son unas guarras venidas a mas. En un mundo podrido y sin ética a la gente sencilla solo nos queda la estética...

    ResponderEliminar
  2. Creo que era Aristóteles quien aconsejaba aquello de pensar como piensan los sabios pero para hablar, mejor hacerlo como la gente sencilla (o algo así). Pues eso.
    Gracias por vuestros comentarios.

    ResponderEliminar