miércoles, 9 de marzo de 2011

Un caso más .-

Cuando llegaron a la estación ya era de noche y el niño se había dormido.  Aunque ya estaba todo decidido, los dos volvieron a mirarse a los ojos esperando encontrar algún resquicio de duda que les retuviera.  No fue así.  Realmente, no había vuelta atrás.

Apuraron el silencio del bebé para arroparlo un poco mejor dentro de aquel capazo lleno de manchas. Entonces, ella comenzó a llorar, y las manos empezaron a temblarle.  Necesitaba con urgencia una nueva dosis.  Él aprovechó ese incierto momento para retirar suavemente al niño de aquellos brazos marcados.  Hacía rato que ya les esperaban.  No debía pensarlo más.  El trato estaba cerrado y no había vuelta atrás.

2 comentarios:

  1. Esto es muy fuerte para mi, que estoy muy sensible con el tema... eres jevi!!

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  2. Pues piensa que iba a ser mucho más largo, pero haciendo relectura me dí cuenta que con estas líneas contaba ya la historia. Don't worry Coda, el próximo un poco más divertido.

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